Esa es la duda que me queda, si estoy desplazado a Barcelona por trabajo o por vacaciones, el hecho es que estoy en Barcelona durante un mes.
La única obligación que tengo a lo largo del día es estar en el puesto de trabajo y solucionar los distintos problemas que puedan surgir de la misma manera que si estuviera en el puesto de trabajo de Zaragoza, con la única diferencia que cuando termino de trabajar (a las 7 de la tarde) empeza la diversión .
Llevo unos cuantos días en el trabajo en los que la desesperación que puedo alcanzar me supera y empiezo por cabrearme muchas veces sin sentido, pero que le vamos a hacer, soy así. Lo que no voy a hacer es evaluar los motivos por los cuales me desespero, eso para otro día...
Como decía anteriormente la diversión empieza a partir de las 7, cuando me voy con mi buena amiga y compañera Alicia Valiente. Todo empieza acudiendo al hotel o apartamento para cambiarnos de ropa y ponernos cómodos para empezar a recorrernos las calles de la bella ciudad de Barcelona . La suerte que he tenido es que Alicia ya ha estado viaras veces por aqui y me ha estado llevando a sitios que la verdad me han gustado mucho. Hace muchos años que estuve por aqui y me encantó y volver a recordar todo lo que ví ha sido una sensación muy gratificante.
Lo que me gusta de esta ciudad es la cantidad de distintas culturas que pueden llegar a convivir en un mismo sitio con un alto grado de integración entre ellos... Aquí, según la sensación que me da, es como si "pasaran" unos de otros, aqui cada uno parece tener un objetivo y es el de estar bien, en ningún momento el de joder al resto (aunque, siempre hay excepciones). La excepción la vimos de primera mano nada más salir del metro y ver como un carterísta le pillaba la cartera a un hombre y salía corriendo, desde entonces la cartera bien sujeta y pretica donde todos sabemos...
Ayer, por ejemplo, fue una noche espectacular. Despues de cambiarnos en el hotel que tenemos a 3 minutos de las ramblas nos fuimos a cenar a un restaurante (Les Quinze Nits ) en el que siempre había colas de gente para comer y la verdad es que mereció la pena, no hay nada como ir con gente que se conoce la zona :). Despues de una comida muy buena y barata (sin contar el vino y el postre, que eso siempre engorda la cuenta) nos dispusimos a recorrenos el puerto y llegar hasta la playa donde llevábamos idea de tomar el café que no nos tomamos en el bar.
En el chiringuito de la playa me comentó el camarero con el acento sureño que ya no eran horas de tomar café, así que nos cogimos una cervecita y un botellín de agua. Allí charrando de todo lo que se nos ocurría vimos que empezaban a cerrar el garito y nos fuimos a la playa a descalzarnos y andar por la noche, el agua estaba fresquita, pero había alguna valiente (no se bien si porque estaba de vacaciones o por el alcohol) que se atrevió a meterse en el mar tal y como la trajeron al mundo... Al final llegabamos a las 2 al hotel con un sueño que no era ni medio normal, así estamos ahora, jeje..
Bueno, por el momento esto es todo lo que os puedo contar de mis experiencias noturnas por Barcelona, a medida que vayan pasando los días iremos ampliando.
Las fotos (para poner los dientes largos a alguno/alguna).... luego .